ii.

Mientras hablamos sobre las telas y botones que atesora dentro de cajones de madera, como si se tratase de una mercería antigua, la luz ha cambiado y mi vista se dirige hacia una estantería de cristal en la que guarda un objeto rojo semi transparente. Sus pequeñas manos abren la puerta y extraen cuidadosamente un objeto hemisférico, que requiere de un acercamiento corpóreo para poder decodificarlo.

Me explica sus procedimientos para tensar la organza roja dentro de la que habita una figura compuesta de telas en la que se imprimen frases. La visión es interrumpida por la veladura externa y por la propia forma de una especie de flor, cuyos pétalos superpuestos dan lugar a juegos de palabras. Esta será una segunda clave para comprender su posicionamiento sobre el trabajo textil.

Las palabras, en su cuerpo de obra, son cuestionadas como forma de escritura (y lectura), mediante la elección de una técnica que ostenta una tradición política de reivindicación feminista como es el bordado, y el ejercicio crítico que establece sobre el texto -tanto en su carga semiótica como también en su caligrafía- se constata en las piezas: Trompe l´oeil, Criba cotidiana, Secretos y Nesting (3), de 2019 a 2021. Recurre aquí al bordado, a partir de sus posibilidades técnicas y estéticas, en tanto que el color y la forma adopten una coherencia con el sentido del mensaje.

El hilo blanco sobre el soporte textil blanco es recurrente en su trabajo, ya que una mirada distraída podría no ver nada, donde hay materia. No se trata de mensajes ocultos, sino de capturar el gesto de fijar la mirada. Es cierto que el presunto ocultamiento se contrarresta con la luz, que permite exaltar el relieve de cada puntada y volverlas visibles.

Ella, además establece la idea del compromiso que adopta al bordar una palabra, en una relación directa entre las decisiones plásticas y su significado. En este sentido, Berta prescinde siempre de soluciones o elementos ajenos al medio textil. Por ejemplo, para unir, no utiliza pegamentos plásticos o grapas metálicas, sino que siempre el hilo ocupa el lugar central en su trabajo textil, ya sea mediante costura o bordado, conectando con el “respeto” a la materialidad. Tal como reflexiona Soto Calderón: “Los materiales no son una serie de partículas que esperan de forma pasiva que un sujeto les dé forma. Tienen sus propios recorridos, sus agencias, engranajes y relaciones. Por ello, la imaginación material marca una posición que no entiende al sujeto por encima del mundo y sus circunstancias, es un elemento más, con un grado de organización diverso entre otros con los que colabora o de la que es solidaria” (4).

Vuelvo a mirar los alfileteros ubicados sobre su mesa de trabajo, que ella misma ha confeccionado y que en su momento dieron lugar a ejercicios de experimentación con la cerámica, conjugándola con el textil. Hablamos sobre la aguja, como el artefacto tecnológico más antiguo y cómo ésta permite definir cada figura, según el número de hebras elegidas, aportando el carácter de lo que las palabras quieran expresar agudamente. La acción punzante que atraviesa la tela no es neutral, pese a lo que el “blanco sobre blanco” podría hacer creer. Tal como en el ya reseñado Trompe l´oeil, al acercar la mirada a la superficie textil bordada se descubre un plano amenazante: la gasa de seda se encuentra colmada de alfileres puntiagudos que la atraviesan. La tensión entre materiales es un ejercicio deliberado de la artista.

3. Berta Osés, 1D, 2023, bordado, dimensiones variables, Pamplona, España, https://www.beruta.net/textiltextual

Cabe destacar la categorización multidimensional elegida por la artista para organizar su sitio web. Andrea Soto Calderón, Imaginación material (Santiago de Chile: Metales Pesados, 2022), 93: “Las transformaciones en la materialidad no tienen relación solo con el hecho de trabajar nuevos soportes y materiales, sino que se trata fundamentalmente de una nueva relación con su dimensión material”.

4. Soto Calderón, Imaginación material, 78.